El Gobierno catalán de Salvador Illa ha tomado una decisión drástica tras la fuga de Carles Puigdemont a principios de agosto. Eduard Sallent, quien hasta ahora ocupaba el cargo de comisario jefe, ha sido destituido debido a los acontecimientos relacionados con la visita de Puigdemont a España. Esta visita, que terminó con la fuga del expresidente catalán, ha tenido serias repercusiones en la cúpula de los Mozos de Escuadra.
Sallent estaba a cargo de la operación destinada a arrestar a Puigdemont. Sin embargo, la operación no solo no logró su objetivo, sino que también dejó un saldo negativo para las fuerzas de seguridad. Tres agentes de los Mozos fueron detenidos bajo sospecha de haber colaborado en la fuga de Puigdemont.
En respuesta a esta situación, el Gobierno de Salvador Illa ha nombrado a Miquel Esquius como el nuevo comisario jefe de los Mozos de Escuadra. Esquius no es ajeno a este cargo, ya que dirigió a los Mozos entre julio de 2018 y junio de 2019. Su experiencia previa al mando de la policía autonómica ha sido un factor clave en su designación. El gobierno espera que Esquius pueda manejar la crisis actual y recuperar la confianza en el cuerpo policial.
Pero Sallent no ha sido el único afectado por los cambios. Rosa Boch, quien ocupaba el cargo de número 2 en la jefatura de los Mozos, también ha sido cesada de sus funciones. En su lugar, asumirá el cargo Alicia Moriana, quien se enfrentará al desafío de restaurar la estabilidad en la cúpula de la policía catalana.
Estos cambios reflejan la gravedad de la situación tras la fuga de Puigdemont y el esfuerzo del Gobierno catalán por tomar medidas contundentes para abordar las fallas en la operación y restablecer el orden en la jefatura de los Mozos de Escuadra.