El Gobierno balear ha reconocido que no controla si los colegios ofrecen la enseñanza en castellano en el nivel de educación infantil. Aunque se comprometió en campaña electoral y el Consejero de Educación de las Islas Baleares, Antoni Vera, reiteró en varias ocasiones que este sería el primer curso en el que los padres podrían elegir la lengua de primera enseñanza en los impresos de matrícula, la realidad es distinta. Varios colegios no han incluido esta opción en los formularios de matrícula de 4º de Infantil.
Ante esta situación, la plataforma Escuela de Todos decidió actuar. La organización denunció el caso ante la inspección educativa y solicitó copias de todos los modelos de impresos de matrícula utilizados por los centros concertados. Sin embargo, al solicitar estos documentos, se encontró con que no existen, lo que genera más dudas sobre el control y la transparencia en el cumplimiento de las normativas lingüísticas en las Islas Baleares.
Esta falta de control preocupa a muchos padres y a organizaciones que defienden el derecho a elegir la lengua de enseñanza. La situación ha reavivado el debate sobre el cumplimiento de las promesas electorales y el papel del Gobierno en la supervisión de los centros educativos. En medio de esta controversia, el Gobierno balear enfrenta críticas por su incapacidad para garantizar que los colegios cumplan con lo prometido y ofrezcan una educación en la lengua elegida por las familias.
Una familia lava los tuppers en la piscina y luego dice que la expulsan por hablar valenciano
Una familia denunció haber sido víctima de discriminación lingüistica, luego de que se les expulsara de una piscina por lavar los tápers en el agua.
Tras lo sucedido, la organización Plataforma per la Llengua reclamó ante el Ayuntamiento que se les echó del recinto por exigir que les hablaran valenciano. Mientras el consistorio sostiene que no hicieron un buen uso de la zona de baño.
La autodenominada como ‘ONG del valenciano‘ ha anunciado que presentará una reclamación en el Ayuntamiento, pues afirma que la familia preguntó a la persona encargada de la limpieza si podía limpiar los utensilios, según ellos, en el mismo sitio en el que estaba llenando los cubos para fregar el suelo.
Este operario fue en busca del guardia de seguridad para resolver la duda. En ese momento, según la Plataforma, el agente exigió al padre que le hablara en castellano porque no le entendía, a lo que el progenitor se negó, pidiéndole que buscara a algún compañero que conociera el valenciano. Finalmente, de acuerdo con este relato, el hombre y sus hijos fueron expulsados por querer ejercer «sus derechos lingüísticos».
