El presidente colombiano Gustavo Petro generó polémica al sugerir la legalización de la cocaína durante una reunión con Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Según confirmó el ministro de Defensa colombiano, Pedro Sánchez, Petro comparó el narcótico con el alcohol y sugirió que su legalización podría ser una solución para combatir el narcotráfico.
La propuesta causó visible incomodidad en la funcionaria republicana.
La reunión estuvo marcada por tensiones diplomáticas y malentendidos.
Noem afirmó posteriormente en una entrevista televisiva que Petro había declarado ser amigo de miembros del Tren de Aragua, la peligrosa banda criminal venezolana.
Sin embargo, tanto el presidente como funcionarios colombianos desmintieron categóricamente esta afirmación, aclarando que Petro solo reflexionó sobre los orígenes de esta organización.
Este incidente se suma a enfrentamientos previos entre Petro y la administración Trump, agudizando las complicadas relaciones entre ambos países.
