El Ministerio del Interior ha sido acusado de hacer la vista gorda ante los presuntos miembros de mafias ilegales en Ceuta.
Estas organizaciones, según denuncias realizadas a THE OBJECTIVE por funcionarios dedicados a combatir la inmigración y el narcotráfico, utilizan un modus operandi específico para introducir inmigrantes ilegales en la Península. Fingiendo naufragios, logran que sus embarcaciones sean rescatadas, lo que les permite seguir operando sin mayores dificultades.
Funcionarios que trabajan en primera línea han señalado que no se permite la detención de los cabecillas de estas mafias. A pesar de que cometen un delito al simular que sus embarcaciones se hunden, las órdenes superiores impiden que se tomen acciones contra ellos. En realidad, los miembros de estas mafias provocan deliberadamente los hundimientos, poniendo en peligro la vida de los inmigrantes a bordo. El objetivo es claro: ser rescatados y trasladados a la Península, donde los cabecillas quedan en libertad para repetir la operación una y otra vez.
El incremento de la inmigración durante la temporada de verano, especialmente en el Estrecho de Gibraltar, parece estar directamente relacionado con la falta de firmeza de las autoridades españolas. Las mafias, al no encontrar obstáculos significativos para sus actividades ilícitas, continúan operando con total impunidad. Esta permisividad ha creado un efecto multiplicador, aumentando las operaciones de estas organizaciones criminales y agravando aún más la crisis migratoria.
La situación en Ceuta y el Estrecho de Gibraltar se ha vuelto cada vez más crítica. Los funcionarios que han denunciado estos hechos exigen una respuesta más firme y efectiva por parte del Ministerio del Interior. La falta de acción no solo facilita el trabajo de estas mafias, sino que también empeora la situación migratoria en la Península, generando un ciclo de impunidad que parece no tener fin.