El pasado miércoles, el padre del futbolista Lamine Yamal, Mounir Nasraoui, fue víctima de un apuñalamiento que ha desatado diversas especulaciones sobre los motivos detrás de la agresión. Según los primeros informes, Nasraoui se encontraba paseando por el barrio de Rocafonda, un área con una significativa comunidad marroquí. Durante su paseo, alguien le lanzó agua desde un balcón, lo que provocó su enfado y desencadenó un pequeño altercado. La policía municipal intervino rápidamente, evitando que la situación escalara.
Sin embargo, más tarde esa misma noche, tres hombres se acercaron a Nasraoui en un aparcamiento en Mataró y lo apuñalaron. Aunque el incidente es grave por sí mismo, lo que ha captado la atención de la comunidad y de los medios son las posibles razones detrás del ataque. Se especula que Nasraoui ha estado recibiendo amenazas debido a que su hijo, Lamine Yamal, decidió representar a España en el ámbito futbolístico en lugar de Marruecos, el país de origen de su familia.
Testigos han confirmado a la policía que muchas de las discusiones con el padre de Yamal están relacionadas con este hecho. Al parecer, algunas personas dentro de la comunidad marroquí no han perdonado que Lamine haya optado por jugar para la selección española, lo que ha generado resentimiento y posibles represalias contra su familia.
Este incidente ha generado preocupación no solo por la seguridad de Nasraoui, sino también por las tensiones que pueden surgir en comunidades migrantes cuando se presentan conflictos de identidad y lealtad nacional. La investigación policial continúa para esclarecer los detalles del ataque y para determinar si las amenazas previas están directamente relacionadas con la agresión sufrida por Nasraoui.