AfD logra conseguir unos resultados históricos en las elecciones de Turingia y Sajonia en Alemania, celebradas este fin de semana.
El partido Alternativa para Alemania (AfD) ganó por primera vez unas elecciones regionales en Turingia, con un aumento del voto del 10% y 10 puntos porcentuales por delante de los conservadores del CDU, y quedó a pocos puntos de empatar con la CDU en Sajonia, con un aumento de voto del 4%.
La victoria de la AfD no significa que vaya a poder gobernar pero ha sacudido a todo el país porque es la primera vez que un partido de la llamada ultraderecha gana unas elecciones en Alemania.
La AfD ha conectado con un electorado que rechaza mayoritariamente la inmigración, la política de hostilidad del gobierno federal con Rusia y el suministro de armas a Ucrania.
Los comicios también arrojaron buenas noticias para el partido Alianza Sarah Wagenknecht (BSW), la escisión del partido de izquierda radicall Dilinke, ya que aumenta un 12% en Sajonia y un 16% en Turingia, quedando como la tercera fuerza en ambas regiones.
La mala noticia se la llevaron los socialdemócratas y los verdes, pues el Partido Socialdemócrata (SPD) obtiene el peor resultado de su historia, con el 6,2% en Turingia y el 7,6% en Sajonia, mientras que Los Verdes ni siquiera entrarían en el parlamento regional de Turingia y lo hizo por los pelos en Sajonia.
De hecho, preocupa la caída del SPD del canciller socialdemócrata Olaf Sscholz en favor del ultraizquierdista BSW, lo que confirma la polarización que vive el país.
Las elecciones de ayer en Alemania se han celebrado en un clima de zozobra económica, popularidad mínima del Gobierno central y de endurecimiento de las políticas migratorias.
