Después de casi cuatro años de negociaciones, los gobiernos de España y Reino Unido han alcanzado un acuerdo sobre el futuro estatus de Gibraltar tras el Brexit. El pacto, que ha contado con la mediación de la Comisión Europea, supone en la práctica la eliminación de los controles fronterizos en la Verja. A cambio, agentes españoles y europeos realizarán las tareas de control en el aeropuerto y el puerto del enclave británico.
Uno de los puntos clave del acuerdo es la reincorporación de Gibraltar al espacio Schengen, lo que permitirá la libre circulación entre el Peñón y la localidad gaditana de La Línea de la Concepción. Se pone así fin a la histórica separación física que durante siglos ha marcado la frontera.
Una vez implementado el acuerdo, desaparecerán los controles policiales en la Verja que durante décadas han generado largas colas de vehículos y peatones, facilitando un tránsito fluido entre ambos lados.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, celebró el pacto como «un momento de progreso, claridad y optimismo» para la ciudadanía del Peñón. Por parte de España, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, también calificó el acuerdo como «histórico».