Gabriel Rufián ha mostrado su pesimismo sobre la continuidad del Gobierno tras una tensa reunión con Pedro Sánchez en La Moncloa. El portavoz de ERC asegura haber visto a «un presidente tocado, a una persona tocada» y pide aprovechar «el tiempo que a esto le quede».
Durante la sesión de control había advertido duramente a Sánchez que su respuesta al escándalo de Santos Cerdán «no es suficiente».
Rufián pide ahora una «conjura de la izquierda» para avanzar en la agenda social, especialmente en vivienda, antes de que lleguen lo que denominó como “los corruptos premium».
Su mensaje es claro: hay que actuar rápido porque el tiempo se agota.