España interrumpió en abril las importaciones de crudo venezolano tras un año de compras continuadas, según confirman las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Por primera vez en doce meses, ningún petrolero procedente de Venezuela atracó en puertos españoles, y no se importó ni una sola tonelada de crudo.
Este parón coincide con la suspensión de la licencia que permitía a Repsol exportar petróleo desde Venezuela, una medida impulsada por la Administración estadounidense presidida por Donald Trump.
Durante el primer trimestre de 2025, España había recibido un total de 745.000 toneladas de crudo venezolano: 299.000 en enero, 150.000 en febrero y 296.000 en marzo. Sin embargo, en abril la cifra cayó a cero. Ese mismo mes, las importaciones desde Estados Unidos y México ascendieron a 869.000 y 829.000 toneladas, respectivamente.
A pesar de este cambio en el flujo comercial, Repsol sigue operando en territorio venezolano, aunque limitando su actividad a la extracción de gas destinado al consumo interno del país hispanoamericano.