Una ola de disturbios se ha desatado en el Reino Unido en protesta contra la inmigración ilegal.
Los altercados comenzaron tras el apuñalamiento fatal de tres niñas en Southport el lunes 29 de julio. Perpetrado por un joven británico de 17 años, hijo de inmigrantes ruandeses.
Uno de los incidentes más recientes fue el incendio de un hotel para solicitantes de asilo en la ciudad de Rotherham.
Antes del mediodía, una multitud se reunió frente al hotel, donde se encontraron con una gran contramanifestación que coreaba consignas a favor de los inmigrantes.
Los manifestantes concentrados frente al hotel Holiday Inn han roto las ventanas del edificio y han prendido fuego en una de sus fachadas a pesar de la presencia policial, a la cual se le lanzaron objetos, incluidas sillas. Obligándolos a retirarse y provocando varios heridos entre los oficiales.
Keir Starmer se ha pronunciado
El primer ministro Keir Starmer se ha pronunciado sobre la ola de violencia, garantizando que se arrepentirán y que no hay ninguna justificación para hacer estos actos violentos. A su vez, ha avisado de que los que continúen con estos actos, se enfrentarán ante toda la fuerza de la ley y que la policía continuará con los arrestos.
Saqueos en tiendas
Nueva noche de disturbios en Reino Unido, saqueos en tiendas, coches quemados y agentes heridos tras la masacre de Southport.
Se han registrado más de 100 arrestos en esta jornada, en la que se han quemado vehículos, contenedores e incluso una biblioteca pública.
Posteriormente los disturbios han dado paso al pillaje y al saqueo de tiendas. Y es que aprovechando el descontrol, los comercios han sido otro de los objetos de esta ola de violencia.
El Gobierno ha anunciado medidas de emergencia ante este escenario. Abrirá los juzgados día y noche para procesar a los detenidos, y así intentar controlar los actos de vandalismo y agresiones a las fuerzas de seguridad.