Un líder de Junts per Cataluña dice que no quiere ser como Murcia

Un líder de Junts per Cataluña dice que no quiere ser como Murcia

Continuamos con la información del 2 de mayo contándoles que un miembro de Junts per Cataluña dice que no quiere ser como Murcia.

Aleix Sarri ha publicado una columna de opinión en el diario Nació (un diario independentista catalán) en el que escribe:

El 12 de mayo debemos elegir entre convertirse en una Murcia con sardanas o hacer pervivir nuestra nación y su lengua para convertirse en una Eslovenia del Mediterráneo occidental.”

Al asesor de Carles Puigdemont en el Parlamento Europeo y miembro de la ejecutiva de Junts, de hecho, se le considera el jefe de la Oficina de Puigdemont, quien tuvo un papel predominante en las negociaciones con el PSOE, hasta el punto de que es quien asesoró a Junts en el acuerdo de investidura firmado para que Pedro Sánchez siga en el poder.

Otras noticias

En este tramo informativo en ‘Mañanas en Libertad‘ también hemos tratado estos temas:

  • La manifestación del 1 de mayo se convierte en un mitin socialista. El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, apremia al Gobierno a renovar ya el Consejo General del Poder Judicial. Se une así a las voces como es el caso de Sumar y Esquerra Republicana de Cataluña, que pretenden que sea renovado por mayoría simple aprovechando el vacío en Europa, para así salvar el veto del comisario de Justicia Reynders, que está en concepto de interinidad hasta que haya nuevas elecciones europeas.
  • El PP ficha a varios líderes de Ciudadanos, entre ellos al que intentó la unión entre populares y ciudadaners. Se trata de Adrián Vázquez, Susana Solís y Eva Poptcheva, que formarán parte de la lista popular para las elecciones europeas liderada por Dolors Montserrat. Tanto Adrián Vazquez como Eva Potcheva están colocados en lo que se denomina ‘puestos de salida’, con lo que probablemente puedan volver al europarlamento, tras las elecciones europeas.
  • Estudiantes norteamericanos en la Universidad de Columbia detenidos por la policía de Nueva York. Las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir después de que un edificio académico fuera ocupado por agitadores antiisraelíes. Más de cien agentes fueron necesarios, equipados con equipos antidisturbios, para dispersar a los estudiantes.