En Francia los principales partidos de izquierdas han llegado a un acuerdo para formar una alianza de cara a las próximas elecciones legislativas, previstas para el 30 de junio y el 7 de julio.
La coalición, denominada «Nuevo Frente Popular«, incluye a La Francia Insumisa, el Partido Socialista, los ecologistas y el Partido Comunista. Este acuerdo se ha formalizado en tiempo récord, apenas unos días después de que Macron adelantara las elecciones.
En un comunicado publicado por la nueva formación, se contempla la presentación de «candidatos comunes capaces de representar a la sociedad francesa», y los partidos se comprometen a trabajar en un programa político con «propuestas concretas y realistas». El texto concluye con: «¡A partir de ahora, el regreso de la Agrupación Nacional al poder ya no es inevitable! ¡Levántate y únete al Nuevo Frente Popular! ¡La esperanza está ahí!».
Una de las primeras reacciones al anuncio ha sido la del líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, quien publicó un comunicado en el que recalca que este acuerdo «es un acontecimiento político considerable en Francia».
Además de las declaraciones de Mélenchon, otros líderes políticos y analistas han señalado la importancia de esta coalición en el contexto político actual. Para muchos, esta alianza representa una oportunidad histórica para que las fuerzas progresistas recuperen influencia en la Asamblea Nacional. Por otro lado, algunos críticos consideran que las diferencias ideológicas entre los partidos pueden dificultar la cohesión interna y la implementación de su programa. En cualquier caso, el Nuevo Frente Popular ha generado un debate significativo en la sociedad francesa y ha captado la atención de los medios internacionales.
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