Los socios mexicanos de Víctor de Aldama consiguieron en México un lucrativo negocio mediante contratos de suministro de material sanitario, apenas unos meses después de haber obtenido adjudicaciones masivas de las administraciones españolas. La operación siguió un esquema similar al empleado en España a través de la empresa Soluciones de Gestión, que carecía de acreditación profesional en el ámbito sanitario y detrás de la cual se encontraba Aldama.
En México, la sociedad fantasma V&V, sin actividad ni experiencia previa, vinculada a la compañía Pronalab, logró importantes contratos directos otorgados por organismos públicos mexicanos en 2020. Durante la pandemia de coronavirus, Vanessa Lizeth Vargas Flores, actriz y esposa de Jorge Brizuela –alias “El venezolano”–, socio de Aldama en Pronalab, fue designada como proveedora mediante adjudicación directa por el gobierno del estado de Quintana Roo.
A través de estas operaciones, Vargas Flores obtuvo seis contratos para el suministro de material sanitario y la instalación de carpas médicas. El monto total de estas adjudicaciones superó los 210 millones de pesos mexicanos, equivalentes a aproximadamente diez millones de euros.
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