El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha ordenado la prohibición de la red social X (anteriormente conocida como Twitter) durante un período de 10 días. La Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela deshabilitó el acceso a la plataforma en todo el país, presentando esta decisión como una respuesta a las supuestas violaciones de las normas establecidas por el gobierno.
Este movimiento ha generado gran preocupación entre la población y la comunidad internacional, ya que coincide con un período de intensa represión en Venezuela. La prohibición llega en medio de crecientes denuncias de fraude electoral relacionadas con los comicios del 28 de julio, lo que ha intensificado la tensión política y social en la nación sudamericana.
La oposición venezolana, que ha enfrentado una constante persecución bajo el régimen de Maduro, ha convocado a una vigilia permanente en apoyo a los represaliados. A través de X, los líderes opositores han llamado a los ciudadanos a encender ‘una luz por la libertad’ y unirse en una cadena de oración. Este llamado a la resistencia pacífica ha sido visto como un acto de desafío frente a las crecientes restricciones impuestas por el gobierno.
Venezuela cada vez en peor situación
La situación en Venezuela es cada vez más crítica. La economía del país continúa en declive, con una inflación galopante y una crisis humanitaria que ha forzado a millones de venezolanos a huir del país en busca de mejores condiciones de vida. La represión política, incluida la censura en medios de comunicación y redes sociales, se ha convertido en una herramienta clave del régimen para mantener el control.
La prohibición de Twitter por parte de Maduro refleja un intento más de silenciar las voces disidentes y evitar que el mundo sea testigo de las violaciones a los derechos humanos que ocurren en Venezuela. En un país donde la libertad de expresión ya está severamente limitada, esta nueva medida refuerza la opresión y el aislamiento de los venezolanos.