Irán ha ejecutado a otros tres hombres acusados de espiar para Israel, elevando a seis el número de personas ejecutadas por estos cargos desde el inicio de la «guerra de los 12 días».
Idris Ali, Rasoul Ahmad Rasoul y Azad Shojai fueron ahorcados el miércoles en la ciudad de Urmia, tras lo que los activistas denuncian como juicios injustos. Las organizaciones de derechos humanos elevan a 700 los detenidos desde el conflicto.
La ONG noruega Iran Human Rights denuncia que fueron «condenados a muerte sin un juicio justo y basándose en confesiones obtenidas bajo tortura».
Los grupos de derechos humanos afirman que a estos presos se les negó acceso a representación legal y visitas familiares, siendo sometidos a «meses de severa tortura física y psicológica».
Las ejecuciones elevan a nueve el número de personas ejecutadas por espionaje desde principios de 2025, utilizando la pena capital como medio para «infundir miedo en la sociedad».