Irán ha lanzado al menos media docena de misiles contra la principal base militar de Estados Unidos en Oriente Próximo, ubicada en Qatar, en represalia por el reciente bombardeo estadounidense contra sus instalaciones nucleares.
Ante el riesgo de una escalada regional, Washington ha puesto en máxima alerta a sus fuerzas desplegadas en países como Irak, Siria, Bahréin, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, ante la posibilidad de nuevas acciones por parte de Teherán o de sus aliados en la región.
Según informó el Ministerio de Defensa qatarí, las defensas antiaéreas del país lograron interceptar la andanada de misiles. Horas antes del ataque, Qatar ya había cerrado su espacio aéreo como medida preventiva, mientras diversas embajadas emitían alertas instando a sus ciudadanos a permanecer en casa.
La base atacada alberga normalmente a unos 10.000 militares estadounidenses, aunque había sido parcialmente evacuada en los últimos días. Imágenes satelitales y fuentes oficiales confirmaron la retirada de decenas de aeronaves del recinto.
Fuentes árabes y estadounidenses citadas por The Wall Street Journal aseguraron que Teherán habría avisado previamente a Qatar sobre su intención de atacar, en un posible intento de evitar víctimas en territorio qatarí.