Hablamos de corrupción porque el secretario general de Telefónica España, Nicolás Oriol, citado a declarar ayer por el juez que investiga a Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios ha introducido el nombre del empresario Rosauro Varo, miembro de varios consejos de Telefónica.
El testigo ha indicado que fue Varo la persona que promovió la invitación a participar en el polémico software para la cátedra de la Universidad Complutense que dirigía Begoña Gómez.
De acuerdo con su testimonio, fue el propio Varo quien propuso un encuentro con la esposa de Pedro Sánchez.
El secretario general de Telefónica España ha declarado que fue la propia Begoña Gómez quien se puso en contacto con Rosauro Varo para entrar en Telefónica -que terminó haciendo de manera gratuita el software– y que estas reuniones se produjeron en la sede central de la compañía de telecomunicaciones.
El vicerrector de la Complutense dice al juez que tiene un centenar de e-mails de Begoña Gómez y su asesora de Moncloa
Juan Carlos Doadrio, exvicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha declarado ante el juez que intercambió alrededor de un centenar de correos electrónicos con Begoña Gómez y Cristina Álvarez Rodríguez, asesora de Moncloa que habría gestionado fondos para la cátedra dirigida por Gómez.
Cristina Álvarez, directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno, habría dedicado parte de sus tareas a asuntos de Gómez, según el testimonio de Doadrio.
El exvicerrector afirmó que Álvarez le pidió que le enviara directamente los correos, describiéndola como «la persona de confianza» de Gómez. «Begoña siempre venía con Cristina», añadió.
Entre sus gestiones, Álvarez envió un correo a Reale Seguros para intentar que mantuviera el patrocinio de la cátedra y participó en conversaciones con la Complutense sobre el registro del software que ha provocado una investigación por presunta apropiación indebida.