La estabilidad en el cargo del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, está siendo cuestionada tras una serie de eventos que han generado controversia en el ámbito político y judicial de España. Aun así, el fiscal general se muestra tranquilo y ha recusado a los magistrados del Tribunal Supremo (TS).
Recientemente, se ha revelado que García Ortiz ha presentado una recusación contra los magistrados del Tribunal Supremo encargados de decidir su continuidad al frente de la Fiscalía General del Estado, según la Agencia EFE.
La recusación de García Ortiz es un movimiento estratégico que podría tener implicaciones en el desarrollo del proceso que determinará su destino como fiscal general.
El Supremo revoca el nombramiento de Dolores Delgado propuesto por el fiscal general
Este escenario se agravó después de que el Tribunal Supremo revocara el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática. Esto fue el desencadenante que provocó una votación en el Senado por una moción que promueve el cese de García Ortiz, y que finalmente ha aprobado este miércoles la reprobación del fiscal general del Estado, pidiendo al Gobierno su cese.
La proposición de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática por parte del fiscal general había generado polémica desde el principio, siendo criticado desde diversos sectores políticos y de la sociedad española. Sin embargo, con la revocación de este nombramiento por parte del Tribunal Supremo, ha desatado una cascada de reacciones y ha puesto en entredicho la gestión del fiscal general del Estado.
En medio de este escenario, Álvaro García Ortiz ha mostrado una actitud aparentemente serena y confiada, afirmando que “el Gobierno no me puede cesar”. Una declaración que, unida a su recusación sobre los magistrados del Tribunal Supremo de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso, pretende hacer ver que su caso debe ser revisado por otros jueces que no hayan tenido fallos contra él en el pasado.
