El Gobierno cubano ha anunciado nuevas sanciones extremadamente severas incluida la cadena perpetua y la pena de muerte para quienes cometan actos que afecten a bienes considerados estratégicos y comprometan la «seguridad colectiva». Aunque la pena capital no se aplica en Cuba desde 2003, la nueva normativa reintroduce su posibilidad en el marco legal.
Entre los llamados “hechos vandálicos” que contempla la medida se incluyen daños a medios de transporte público, robo de componentes de líneas férreas y locomotoras, contaminación de depósitos de combustible, así como sabotajes a grupos electrógenos y parques solares conectados al Sistema Electroenergético Nacional.
Asimismo, se considerarán actos de “sabotaje” las acciones dirigidas contra infraestructuras y servicios de telecomunicaciones y tecnologías de la información, según explicaron altos funcionarios del régimen en la televisión estatal.