BBVA quiere hacerse con Banco Sabadell y así lo demuestra. La entidad bancaria, presidida por Carlos Torres, lanzó una oferta (1 acción del BBVA por cada 4,83 del Banco Sabadell) que fue rechazada desde el primer momento por la institución financiera catalana. Ahora BBVA ha realizado una opa hostil sobre Banco Sabadell, lanzando una oferta al mismo precio que la propuesta de la pasada semana.
La jornada de hoy ha sido un testimonio de las tensiones y los altibajos del mercado ante esta situación. Las acciones del BBVA han sufrido un revés significativo, cayendo un – 4,8%, reflejando la incertidumbre y la cautela entre los inversores sobre el futuro de la entidad en medio de esta disputa. Por el contrario, las acciones del Banco Sabadell han experimentado un repunte del + 5.
La respuesta de Banco Sabadell ante la opa del BBVA ha sido la de su reiteración sobre su comunicado del pasado lunes 6 de mayo, cuando rechazó la oferta debido a que “infravalora significativamente” el proyecto de la compañía. Además, señalaron la “incertidumbre” que les crea la inestabilidad del valor de las acciones de BBVA recientemente.
Repuesta del Gobierno a este movimiento
Pero más allá de los movimientos en el mercado financiero, la reacción del Gobierno ha sido igualmente contundente. Desde distintos ministerios del Gobierno se ha expresado una oposición clara y directa a la operación propuesta por el BBVA. Las fuentes oficiales han rechazado tanto “las formas” como “en el fondo” de la oferta, argumentando que esta operación puede tener “efectos lesivos” en el sistema financiero español.
Esta postura del Gobierno añade un nuevo elemento de complejidad a un escenario ya de por sí tenso. Las implicaciones de una adquisición hostil del Banco Sabadell por parte del BBVA van más allá de los intereses puramente comerciales de las dos entidades. Existen preocupaciones sobre el impacto en la competencia en el sector bancario español, así como sobre la estabilidad financiera en un momento en que la economía enfrenta múltiples desafíos. Además, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, advierte que esta operación “destruiría mucho empleo”.